martes, 19 de mayo de 2009

Ensayo: La Violencia se toma Cali

Para hablar de violencia en Cali debemos remontarnos a los orígenes de la formación del pueblo colombiano. La violencia en Colombia ha existido durante toda su historia. Desde la llegada de los españoles, que vinieron sometiendo, saqueando, asesinando indios; luego viene la colonización que fue un sistema de sometimiento y violencia, vienen luego las guerras de independencia, donde no fue fácil expulsar a los españoles.
Cuando se establecen los gobiernos nacionales, se libran fuertes guerras por el dominio del poder entre las clases dominantes y a partir de allí viene una cadena de violencia entre Liberales y Conservadores, hasta que ésta hace crisis en 1948 con la muerte de Gaitán, donde los enfrentamientos se desatan de una forma más abierta, a partir de aquí comienzan a aparecer unos fenómenos que comienzan a acrecentar los problemas sociales en el pueblo colombiano como son: desplazamientos, guerrillas, pobreza, paramilitares, descomposición familiar, etc.
Las ciudades colombianas y específicamente la ciudad de Cali, que actualmente maneja uno de los índices más altos de violencia, comienza a crecer en una forma desbordada, aparecen síntomas de miseria como Siloé y más tarde Aguablanca, pues son personas provenientes de departamentos vecinos donde con mayor rigurosidad se siente la violencia como son: Cauca, Putumayo, Nariño y Chocó. En nuestra Costa Pacífica posteriormente en los 1970 y 1980 con el auge del narcotráfico aparecen las bandas sicariales que van a aumentar con mayor fuerza el índice de violencia en nuestra ciudad. A esto hay que sumarle hoy en día el descontento social por los problemas que abruman a la población como son: desempleo, analfabetización, salud, educación, falta de vivienda, la violación de los derechos humanos, pues sabemos que la violencia también se mide con todos estos aspectos.

En Cali hay un gran abismo entre las clases alta y baja, en donde a los gobernantes sus carreras políticas le son auspiciadas por la clase privilegiada, y esto conlleva a que todo las decisiones que tome el gobierno sean a favor de los “ricos” caleños, dejando a un lado a la clase necesitada de la ciudad. Esto no ayuda a darle solución a la problemática caleña. Por eso los ricos se hacen cada vez más ricos y los pobres cada vez más pobres por la corrupción política que hay en el país. Para esto se requieren cambios estructurales en el sistema para que todos los caleños mejoren la calidad de vida; igualdad para todo las personas, una mejor distribución de los recursos naturales para que no haya tanta diferencia entre ricos y pobres; mejores políticas en beneficio de los pobres y ante todo un mayor compromiso de todos los caleños y la clase dirigente en busca de la paz.

En la ciudad de Cali existen zonas marginales, lugares donde viven personas con escasos recursos y lo único que tienen es lo justo para comer y poder sobrevivir en una ciudad llena de desempleo, la cual no las ha tratado muy bien. Estos son sitios que se encuentran demasiado afectados, y que en esta ciudad son los que reflejan en su mayor expresión todo lo que significa: la pobreza, la drogadicción, el hambre, pero lo que más sobresale es la violencia. Las personas que viven en estos sitios en su mayoría los jóvenes, generalmente escogen el camino de la violencia, puesto que su situación económica no les permite una educación adecuada, ya que, en nuestra ciudad los únicos beneficiados por el gobierno son la clase alta, y por eso son pocos los jóvenes pobres que pueden tener una buena educación, por ende, su única salida está en la calle, lugar donde les fomentan el incremento de drogas y violencia, lo cual desencadena consecuencias que son muy negativas para nuestra ciudad. Además generalmente el pobre tiene la mentalidad de no superarse y quedarse en ese estado para siempre.
En la mayoría de los casos las personas que generan violencia además de ser de escasos recursos, han vivido toda su vida en un entorno violento e incluso en su niñez han podido ser victimas del maltrato, por ello, la única forma de recurrir a una solución la encuentran en la violencia, puesto que factores en el desarrollo de las personas entran a formar parte fundamental para que el problema de la violencia se dé.

La cultura del narcotráfico, es un factor generador de violencia, ya que, Cali es la ciudad más compleja del país porque confluyen muchos fenómenos sociales. La guerrilla de las FARC y algunos reductos del ELN lo han considerado epicentro de operaciones en el sur del país y además nuestro departamento cuenta con características que lo configuran de importancia estratégica: además de contar con el principal puerto del país en el Océano Pacífico, sus amplias zonas selváticas y montañosas propicias para la importación y exportación de drogas y armas. Por eso tenemos “generaciones perdidas” que solamente les interesa el dinero fácil. Las famosas ‘oficinas de cobro’ antes tenían un capo, ahora desaparecieron ellos, pero se atomizaron y tenemos muchos pequeños narcotraficantes que todavía azotan nuestra ciudad no solo expendiendo droga, sino también causando secuestros, hurtos y asesinatos en la sociedad caleña.

El maltrato infantil incrementa el índice de violencia de la ciudad, y éste se debe a la negligencia de algunas organizaciones del Estado, ya que muchas comisarías de familia no se ajustan a la ley y no tienen ni defensores ni psicólogos que atiendan esta situación. Aunque para proteger a los menores es necesario combatir el fantasma de la violencia familiar, en donde los niños son los grandes damnificados. Lo que resulta más triste para las autoridades es que en el 70% de las denuncias de golpes, las mamás son quienes encabezan la lista de los victimarios. Los más vulnerables e indefensos son los niños entre los 2 y 6 años. Las lágrimas de estos pequeños se deben a varias razones: maltrato psicológico o físico, abuso sexual, negligencia de los padres y abandono.

La violencia llega a Cali por muchos factores, como era una ciudad con un bienestar económico y social bueno, fue el punto de llegada de los desplazados por los grupos armados de los departamentos vecinos, generando un gran crecimiento en la ciudad, pero nada productivo, y desde ahí se empezó a ver los primero síntomas de miseria y de violencia en la ciudad. También en la década de los setenta cuando aparece el narcotráfico en la ciudad y ahí se abre paso a una oleada de violencia, con actos terroristas, asesinatos y desaparecimientos. Por eso los altos índices de violencia no son solamente de ahora: desde décadas atrás, la violencia ha hecho parte de la “cultura” caleña. Pero, actualmente la violencia es más visible.
Cali es una ciudad grande con buenas proyecciones, sí solo se cambiara el sistema político y de seguridad, todo sería diferente. Con la unión de todos los ciudadanos por el respeto de Los Derechos Humanos podríamos darle fin a esta problemática de violencia que azota la ciudad.



Bibliografía:


http://caliylosderechoshumanos.blogspot.com/

http://www.elpais.com.co/paisonline/index.html

http://es.wikipedia.org

www.plan.org.co/foro_maltrato/investigacion.html

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